La abdominoplastia consiste en el retiro del excedente de piel y grasa del abdomen, junto con la sutura de los músculos abdominales para recuperar la tensión de la pared del abdomen dañada a consecuencia de embarazos y obesidad tratada.
Normalmente esta cirugía va acompañada de una liposucción del contorno corporal, de acuerdo a la necesidad de cada paciente, para mejorar el resultado final.

Infección de la herida operatoria, parcial o de toda su extensión, necrosis (muerte) de parte de la piel entre el ombligo y el pubis, seromas, en cualquier parte del abdomen, que son acumulaciones de liquido bajo de la piel, que deben ser extraído mediante punciones, o bien abriendo la herida para drenar, hematomas, esto es sangramiento después de haber salido de pabellón y cicatrices retractiles, hipertróficas (gruesas y rojas) o queloides (cicatrices con aspecto de tumor).

Todas estas complicaciones obligan a un tratamiento con curaciones repetidas, antibióticos y a veces retiro de la piel con necrosis. El objetivo de este tratamiento es lograr sanar las complicaciones, e inevitablemente habrá un mal resultado estético en la cicatriz de la zona afectada, que obligará a una cirugía correctora 6 meses después a fin de conseguir una cicatriz fina. Aproximadamente 1 de 10 pacientes sufre este tipo de complicaciones.